“Caracteriza, en mi opinión, a nuestra época la perfección de medios y
la confusión de fines”.
Albert EINSTEIN.
XALAPA, VERACRUZ.- En lo que se trató de presentar en sus primeras versiones periodísticas como un accidente vehicular, luego como un enfrentamiento entre policías y polleros, lo cierto es que se trató de una cacería humana que dejó un saldo de tres muertos y numerosos lesionados, en los hechos registrados la madrugada de este lunes en el sur del estado de Veracruz, en el municipio de Las Choapas.
Por el delito de no detenerse en un retén montado por la policía municipal, a unos cuantos kilómetros de haber ingresado al estado de Veracruz, un camión torton en el que viajaban los indocumentados fue perseguido por tres patrullas de policía.
Lo grave es que por no detenerse, los policías decidieron enjuiciar y condenar en el mismo instante a los perseguidos, disparando hacia el camión, que se fue a detener hasta que salió del camino y su conductor perdió la vida, no se ha aclarado si murió víctima de un balazo por el accidente.
Pero ¿cuál era el grave delito que cometieron los indocumentados que viajaban en ese camión, de paso por el estado de Veracruz, con destino hacia el sueño americano en los Estados Unidos?. Ni siquiera iban manejando la unidad, pero sin embargo fueron heridos de muerte.
Hay muchos puntos obscuros en el “incidente”.
Para empezar, ¿acaso no se dieron cuenta que era un camión con indocumentados?
Que hay con la versión de que ya habían sido detenidos y extorsionados, pero todavía ¿querían más dinero?
Entonces, ¿porqué tratarlos como si fueran peligrosos delincuentes?.
¿Quien dio la orden de disparar a matar?
¿Acaso tienen permiso o licencia para matar a quien no se detenga?.
¿Cuántos son en realidad los heridos de bala y cuantos los heridos en el accidente?
¿Cuántos policías resultaron lesionados en el “enfrentamiento”?
¿Hubo en realidad tal enfrentamiento o solo los policías fueron los que dispararon contra el camión de indocumentados?
¿Qué hay con la versión del cónsul de que los propios policías dispararon a sus patrullas para justiciar la agresión?
¿No había otra forma de detener el camión más que a balazos?.
¿Se disparó sabiendo que eran centroamericanos los que viajaban y por lo tanto no era mayor problema el que resultaran heridos?
¿Igual hubieran disparado contra un vehículo que no llevara indocumentados, sino que fuera de narcotraficantes que van armados hasta los dientes?
Se castigará a los asesinos?
En fin, son muchas las interrogantes que quedan sin contestar.
Mientras tanto, los familiares de los muertos y de los heridos que ahora van a ser regresados a sus lugares de origen en Centroamérica, tienen la solidaridad de los miles de veracruzanos, que igual que los guatemaltecos, hondureños o salvadoreños, viajan hacia los Estados Unidos en busca del sueño americano y que saben lo que es tener que lidiar contra los abusos y excesos policíacos.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Veracruz seguramente habrá de hacer sus recomendaciones, que sirven para nada.
El nuevo Secretario de Seguridad Pública, general Sergio López Esquer seguirá con la rotación de personal, como si cambiándolos de lugar, fueran a ser más inteligentes o capaces y no menos corruptos y estúpidos, como para disparar en contra de indocumentados.
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