LAS CHOAPAS: AFLORA LA CORRUPCIÓN POLICIACA

“Quien no castiga el mal, ordena que se haga”.


Leonardo Da Vinci (1452-1519)

Pintor, escultor e inventor italiano.


XALAPA, VERACRUZ.- Empezaron a declarar ante el ministerio público y ante los medios de comunicación, los centroamericanos indocumentados que sobrevivieron a la cacería a que fueron sometidos por policías del municipio de Las Choapas y comenzó a conocerse la realidad de los abusos que cometieron los elementos policíacos.


Por principio de cuentas, no es verdad lo que afirmó en primeras declaraciones el Director de la Policía Municipal en el sentido de que el camión no se detuvo en un retén de revisión.


Resulta que los policías ya habían estado de visita en una casa de seguridad en donde permanecían los indocumentados para exigirles el pago de mil quinientos dólares por dejarlos continuar con su viaje, según lo declarado antes de morir por uno de los balaceados.


Las pruebas a los indocumentados para ver si dispararon algún arma de fuego, fueron negativas, es decir que también es falso que les hayan disparado a los policías y que estos repelieran una agresión.


Las mujeres declararon que les gritaban a los policías que no dispararan, que les prendían lámparas de mano para que vieran que eran personas las que viajaban en el camión, pero nada de eso valió.


En total fueron 56 impactos de bala los que se cuantificaron en el camión, o sea que no fueron disparos para amedrentar al conductor para que se detuviera. Pero además tampoco se disparó a las llantas del vehículo, sino a la carrocería y sus ocupantes.


Los inmigrantes aseguran que no se atendió el llamado de auxilio para atender a los heridos, sino hasta una hora después de ocurrido el accidente, pero además que cuando se dieron cuenta que había muertos en el interior, balearon sus patrullas para simular un ataque.


Es decir, que los representantes de la ley, actuaron con todas las agravantes de la ley, desde la extorsión hasta el crimen.


Las autoridades han dicho –como suele suceder en casos como este- que se va a proceder a aplicar todo el peso de la ley para castigar a los culpables.


Pero para los muertos y sus familiares, para los heridos que posiblemente queden con lesiones de por vida, poco consuelo representa el saber que los agresores serán sancionados, si no es que se topan con algún secretario de juzgado que esté cubriendo al juez por vacaciones y los deja en libertad como ocurrió con los detenidos por extorsión.


Lo grave aquí es que en el caso de Las Choapas, la criminal balacera protagonizada por los policías municipales, pone de manifiesto y evidencia el modus operando de los cuerpos que supuestamente deben estar dedicados a la vigilancia y protección ciudadana.


El Director de la Policía Municipal de Las Choapas no era un jefe policiaco improvisado, acababa de ser transferido de Paso de Ovejas hacia el sur del estado, en donde ya tenia operando en acciones de extorsión a prácticamente toda la corporación bajo su mando.


Llama la atención, que estando involucrados todos los elementos de la policía municipal en Las Choapas, ninguna autoridad municipal o estatal, tuviera conocimiento de la clase de delincuente que era este sínico policía, hábil para inculpar inocente y mejor aún para extorsionar.


Cabe pues la pregunta, ¿Las Choapas es el único caso de corrupción policíaca en la entidad veracruzana?.


¿La policía municipal únicamente extorsiona a indocumentados o es una red de corrupción mucho más amplia que se amplia a otros giros clandestinos?


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