El gobernador del estado podría enfrentarse a una demanda por el delito de perjurio –que no es otra cosa más que mentir ante la autoridad- ya que se investiga si pagó o no los boletos de entrada a la Serie Mundial de Beisbol el año pasado, lo que podría llevarlo a tener que ser sancionado hasta con una pena máxima de cinco años de prisión.
Pero no se espanten mis queridos pisanos veracruzanos, se trata del gobernador David Paterson del estado de Nueva York quien es investigado pues su testimonio y su dicho fue "impreciso y engañoso" y justifica evaluar la presentación de cargos en su contra.
En un informe de la ex jueza estatal Judith Kaye indicó que cuatro de cinco boletos al partido inaugural de la Serie Mundial entre los Yankees de Nueva York y los Phillies de Filadelfia fueron pagados poco después, luego de una investigación periodística del diario New York Post. Dijo que hay dudas sobre si Paterson dio "deliberadamente un falso testimonio" a la comisión estatal de integridad pública acerca de haber firmado un cheque por 850 dólares con antelación por dos de esas entradas.
Funcionarios de la comisión recomendaron la semana pasada que Paterson sea multado con más de 90.000 dólares por solicitar y aceptar los boletos en violación a las leyes de ética.
Paterson niega haber cometido ninguna falta. Finalmente pagó dos boletos y empleados suyos pagaron otros dos. Sostiene que ir al partido era parte de las ceremonias públicas de las que debe participar como funcionario y que esto le daba derecho a una entrada.
Paterson abandonó sus intenciones de buscar un nuevo mandato poco después de que comenzó la investigación, al decir que no podía permitir que una campaña electoral lo distrajera de la crisis fiscal estatal. También estaba y sigue hundido en las encuestas de popularidad.
En un informe de la ex jueza estatal Judith Kaye indicó que cuatro de cinco boletos al partido inaugural de la Serie Mundial entre los Yankees de Nueva York y los Phillies de Filadelfia fueron pagados poco después, luego de una investigación periodística del diario New York Post. Dijo que hay dudas sobre si Paterson dio "deliberadamente un falso testimonio" a la comisión estatal de integridad pública acerca de haber firmado un cheque por 850 dólares con antelación por dos de esas entradas.
Funcionarios de la comisión recomendaron la semana pasada que Paterson sea multado con más de 90.000 dólares por solicitar y aceptar los boletos en violación a las leyes de ética.
Paterson niega haber cometido ninguna falta. Finalmente pagó dos boletos y empleados suyos pagaron otros dos. Sostiene que ir al partido era parte de las ceremonias públicas de las que debe participar como funcionario y que esto le daba derecho a una entrada.
Paterson abandonó sus intenciones de buscar un nuevo mandato poco después de que comenzó la investigación, al decir que no podía permitir que una campaña electoral lo distrajera de la crisis fiscal estatal. También estaba y sigue hundido en las encuestas de popularidad.
¿Se imaginan que un gobernador pueda ir a parar a la cárcel por haber mentido sobre la obtención de cuatro boletos para la serie mundial?.
No lo están acusando de haber desviado recursos para favorecer a alguna “amiguita” lo cual ya sucedió en el pasado y el entonces gobernador de Nueva York también fue destituido por ese motivo.
No lo acusan por enriquecimiento mediante la asociación con empresarios extranjeros que reciben “facilidades” para instalarse en su territorio.
Tampoco lo están juzgando por haber “entregado en donación” propiedad del estado para que puedan venir a instalarse en la entidad.
No lo juzgarán por haber recibido regalos millonarios a cambio de asignar de manera directa obras multimillonarias a contratistas.
No lo meterán a la cárcel por endeudar a su estado con una bursatilización de participaciones federales para los próximos años.
No, al gobernador del estado de Nueva York lo están juzgando por haber mentido, porque allá el mentir ante una autoridad es considerado un delito grave y en consecuencia se castiga con la cárcel.
Como diría mi abuela, “pobre Veracruz, tan cerca de México y tan lejos de Nueva York”.
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