Pecan de inocentes, quienes a estas alturas del partido, piensan o quieren creer que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación habrá de anular las elecciones de gobernador en el Estado de Veracruz, que le han dado el triunfo a Javier Duarte de Ochoa.
Porqué afirmamos ésto, pues porque las pruebas y alegatos que han presentado hasta ahora todos los partidos de oposición al PRI, no tienen el encuadre ni el peso jurídico necesario para proceder a su favor.
Como dicen en mi pueblo, se trata de “patadas de ahogado”.
Solo es cuestión de esperar hasta el día 30 de este mes, cuando el máximo tribunal federal emita su resolutivo, que será inapelable, pues no existe ya otra instancia, a menos que se traten de empecinar en justificar lo injustificable y pretendan recurrir a organismos internacionales, que para el caso, valdrán lo mismo.
Aunque no nos simpatice ni sea el mejor hombre para dirigir los destinos de Veracruz en los próximos años, tenemos que reconocer que Javier Duarte de Ochoa fue el candidato que recibió la mayoría de los votos de los veracruzanos que acudimos a votar a las urnas y la diferencia es de casi 80 mil votos en números redondos.
Acaso pretenden anular 80 mil votos de ciudades enteras como pueden ser Xalapa, Veracruz, Córdoba, Coatzacoalcos o Poza Rica, para justificar así una votación en contra.
Miguel Angel Yunes no pudo “ocuparse él” –como rezaba su eslogan de campaña- de ganar las elecciones, de convencer a los miles de veracruzanos de que en realidad podría cumplir con todos lo que prometía.
Dante Delgado quedó nuevamente en el pódium de los perdedores, en tercer lugar, lo cual también es sintomático de que ya no es un candidato que pueda convencer a los veracruzanos y que si bien es cierto que disfruta de su franquicia del membrete de partido de Convergencia, que le ha permitido tener cargos y prebendas, hasta ahí llegó, como candidato a un puesto de elección popular tendrá que jubilarse de una vez por todas.
Lo siento, por todos los seguidores, de ambos candidatos, que habían vislumbrado una esperanza de que ganarían, muchos de ellos convencidos, de que tendrían chamba segura los próximos seis años, pero lo cierto es que los hechos y los votos son los que cuentan, los votantes en las casillas decidieron la elección y todo lo que se diga al respecto vale misa.
El propio Presidente de la República Felipe Calderón, quien además sigue siendo el “Gran Dedo Elector” como en los viejos tiempos del priismo, llamó a cuentas a su colaborador, para posteriormente reconocer públicamente el triunfo de Javier Duarte.
El hecho de que hayan llamado a Miguel Angel Yunes a los Pinos, que lo hicieran entrar por la puerta donde todos los periodistas de la fuente lo verían y que al salir haya evitado hacer cualquier comentario, denota que no fue para nada bueno su visita.
Mucho se ha dicho ya y se seguirá diciendo de aquí al fin de mes.
Pero al tiempo, la resolución del Tribunal Electoral de la Federación será definitiva.
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