El Puente del Bicentenario recién terminado con hoyos de 60 centímetros!!!




¡!!Aunque usted no lo crea!!! Diría el célebre personaje de Ripley´s encargado de recopilar los asuntos y casos más increíbles en todo el mundo, pues eso es lo que ocurre aquí en la capital del Estado de Veracruz, con el recién construido puente del Bicentenario que se ubica en la avenida Lázaro Cárdenas, que a unos días de haber sido puesto en operación ya presenta baches de gran tamaño por lo que tuvo que volver a ser cerrado a la circulación vehicular para repararlo.

Las imágenes que hoy publica el Diario de Xalapa en su primera plana no pueden ser más elocuentes, se aprecia el carril que comunica hacia la ciudad de México con un montón de materiales para tapar los cráteres y una persona parada en un bache que alcanza una profundidad de 60 centímetros. Hágame usted favor.!!

Dice la crónica a ocho columnas de hoy: “Cabe señalar que algunos de los "hoyos" en ese puente alcanzaron hasta los 60 centímetros de profundidad y un diámetro de hasta 80 centímetros; son tan espaciosos, que incluso en esos baches cabe una persona parada!.   

Desde antes de que fuera inaugurado o puesto en operación, el puente originalmente llamado de La Fidelidad al que convenientemente se le cambió de nombre por el del Bicentenario, estaba señalado para servir como una muestra de la corrupción imperante en la construcción de puentes en todo el estado –más de mil- dice el gobernador Fidel Herrera.

Para empezar, nunca se comenzó y mucho menos se terminó en los plazos anunciados, por lo que periódicamente se tuvieron que ir ampliando y creando nuevas “etapas” para asignarle mayores presupuestos, para que al final de cuentas se convirtiera no solo en el puente más largo de la capital veracruzana sino también en el más costoso y mal hecho.

Durante su construcción los xalapeños dudaban y temían el tener que transitar por esa importante arteria urbana, pero luego de “terminado” y con su manita de gato, ya son muchos los que pasaban por ahí, aunque hace unos días empezaron a aparecer unos hoyos tremendos, que se convirtieron en trampas para los automovilistas que con las lluvias varios perdieron sus llantas al caer en uno de esos minicráteres.

Pero como diría el ingenioso Hidalgo a su escudero Sancho Panza: “No os preocupéis Sancho que para eso te tengo a ti”. Porque si alguna dependencia federal investigara el gasto millonario de recursos que se dieron en esa obra, seguramente que quedarían a la luz pública un mega fraude.

¿Cómo explicar que a unos días de haberse terminado la obra ya no sirva y represente un peligro transitar por ella?

La respuesta simplista es que por las lluvias, si por las lluvias se puede dañar la carpeta asfáltica, ¿pero que no sabían que tenían que usar material más resistente y no simple arenilla pintada de color obscuro?.

Si así fuera, ya no habría puentes ni carreteras por donde transitar.

Yo por lo pronto, no vuelvo a subir por ese puente, porque además las “uniones” que le hicieron, por la parte de abajo se pueden ver que falta poco para que empiecen a filtrarse.

Estoy seguro que son muchos los propios y extraños, que ante el peligro que representa el puente del Bicentenario, dejarán de utilizarlo también.

Hace años los políticos para hacer negocios ofrecían construir puentes por todas partes y se llegó el caso de que los construyeron hasta en donde no había río ni motivo para hacerlos, pero lo importante era hacer negocios con las constructoras, ahora, en la próxima a terminar administración de la fidelidad, se construyeron más de mil puentes en todo el estado, pero ya vemos que no pasan el control de calidad.


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