La iniciativa de Ley para el Desarrollo Urbano, Regional y Vivienda del Estado de Veracruz que presenta el gobernador Javier Duarte de Ochoa ante el Congreso, para su análisis y aprobación, viene a quitar el monopolio que ejercía el Instituto Veracruzano de la Vivienda para la autorización de nuevos asentamientos humanos en la entidad.
Se pretende que ahora, sean varias dependencias estatales las que se vean involucradas en la supervisión del cumplimiento de los requisitos para la creación de asentamientos humanos en todo el estado.
Se supone, que ahora, los constructores de fraccionamientos tendrán que pasar por varios filtros, antes de contar con las licencias o permisos correspondientes para poder edificar nuevas colonias de todo tipo, populares y residenciales.
Las inundaciones del año pasado por el huracán Karl, pusieron en evidencia, que se habían desarrollado numerosos fraccionamientos y zonas residenciales –principalmente en el puerto de Veracruz y Boca del Río- que no debieron de poder obtener permisos, pero al parecer los tuvieron.
Todavía está pendiente el pleito entre los municipios de Veracruz y La Antigua por los límites territoriales en donde se pretende edificiar todo un desarrollo urbano, con viviviendas, comercios, hoteles, restaurantes y hasta campos de golf, lo que representa además de una inversión multimillonaria en dólares, una fuente de ingresos por pago de impuestos y permisos.
Para no ir muy lejos, aquí en la capital del estado, al final de la administración municipal de David Velasco Chedraudi y Fidel Herrera Beltrán, se dieron una serie de invasiones de terrnos ejidales y de la llamada reserva territorial de Xalapa, que todavía no termina por resolverse.
Hoy en día, en los límites con Banderilla, en la entrada al fraccionamiento Lucas Martín, se están construyendo viviendas sobre un cerro, la pregunta es tendrán permisos correspondientes, o habrá que esperar a que ocurra un deslave por lluvias y entonces sí, aparezcan las autoridades –todas esas que se supone deben de intervenir- para tapar el pozo con el niño ahogado.
Acaso esta nueva ley habrá de servir para que los funcionarios encargados de autorizar y garantizar que la construcción se realice en terrenos apropiados para fines habitacionales y con ello evitar futuros daños a las familias veracruzanas, ante los meteoros naturales, realmente van a aplicar la ley o simplemente la utilizarán para negociar con los permisos y licencias.
O como decían los españoles en la época colonial respecto a las leyes de España: se acata, pero no se cumple.
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