Tema de relevancia en la agenda nacional durante las últimas semanas, ha sido el de la denominada “Reforma Energética” que en realidad es una Reforma Petrolera, la cual tiene gran importancia y repercusiones en el estado de Veracruz, que es donde se localizan las instalaciones petroquímicas más importantes del país y por los yacimientos que pueden ser explotados, si algún día, los diputados se deciden a aprobar los cambios necesarios a las leyes.
La llamada Reforma Petrolera es en realidad una reforma petrolera, porque para ser energética, tendría que contemplar también otras formas de producción energética, como son la eléctrica, la nuclear de la que también Veracruz es importante protagonista con la única central nucleoelétrica que se opera en el país, habría que contemplar también la energía eólica, así como la producción de combustibles a través de productos como la caña de azúcar.
Quien sabe quien es el genio a nivel federal que se encarga de ponerle el nombre a las reformas, pero siempre resulta que no son lo que se dice, como en el caso actual de la Reforma Energética que en realidad sólo es Reforma Petrolera.
Pero no por ello es menos importante, habrá que dejar en el tintero los otros aspectos que comprenden a una verdadera reforma energética, pero ahora con la petrolera ya es suficiente para alborotar más el avispero perredista y sus compinches convergentes y demás especies del Frente Amplio Progresista, que de amplio y progresista no tiene nada, pero esa es otra historia.
Nos referíamos a la importancia que para Veracruz tiene la aprobación de la Reforma Petrolera, porque para comenzar, se habla de la necesaria construcción de una refinería petrolera, que podría estar en Tuxpan en el norte o en Coatzacoalcos en el sur.
Otro aspecto relevante para Veracruz y los veracruzanos, sería el aprovechamiento del petróleo que no se encuentra en aguas profundas en el Golfo de México, sino en tierra firme, en el famoso Paleocanal de Chicontepec que desde tiempos de Jorge Díaz Serrano y José López Portillo se hablaba de su enorme riqueza y potencial, hasta ahora ocultos bajo tierra.
Ni hablar de la producción de etanol en base a la caña de azúcar, de la que ya los empresarios brasileños tienen puesta la mira en Veracruz, para venir a invertir en el establecimiento de las plantas productoras.
La generación de electricidad a través de las plantas nucleares como la de Laguna Verde es otra opción energética que se debe de desarrollar, para no seguir consumiendo el petróleo en plantas termoeléctricas que contamina el ambiente.
Otro aspecto que se debe contemplar cuando se habla de una reforma energética es la producción de energía aprovechando la fuerza de los vientos, para lo cual se podría aprovechar las grandes extensiones desforestadas del cofre de Perote en donde ahora se cultiva papa y se podrían instalar filas de hélices para producir electricidad, como ya se hace en países europeos.
Por todo lo anterior, es que Veracruz tiene que figurar en la agenda de la llamada Reforma Energética, aunque en realidad solo se trate de una Reforma Petrolera.
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