Los ríos y la temporada de estiaje en Veracruz


De acuerdo con las declaraciones del presidente municipal de Medellín de Bravo, Rubén Darío Lagunas, durante la actual temporada de estiaje y ante las altas temperaturas que se han comenzado a registrar en la zona centro de la entidad, más de 50 mil cabezas de ganado se encuentran en peligro.
La mayor preocupación de los ganaderos de la región es el bajo nivel que ha alcanzado el río Jamada, que es el principal proveedor de agua, para todas las actividades, no solo la ganadería y la agricultura.
En consecuencia de la sequía, la producción lechera está a la baja, y el queso y otros productos derivados han comenzado a escasear en la zona, y, consecuentemente, la elevación en sus precios.
Lo cierto es que el problema de la sequía de los ríos no es privativo de la zona central, ya que de acuerdo a los registros de la CNA la mayor parte de los cauces han bajado sus niveles y la situación tiende a empeorar.
A la situación de sequía en los ríos veracruzanos hay que agregar la contaminación y la edificación sin medida de unidades habitacionales en los márgenes del río, han menguado fuertemente la calidad del agua y la potencia del caudal.
Para no ir muy lejos, aquí en la capital del Estado, en los límites con Banderilla, se encuentra el río Sedeño, que en innumerables ocasiones, autoridades federales, estatales y municipales han anunciado medidas para su rescate ante los elevados índices de contaminación que sufre, pero poco es lo que se hace, por el contrario, se están autorizando en la ex hacienda de Lucas Martín la construcción de cientos de nuevas viviendas populares, que se conectarán directamente sus drenajes al raquítico caudal del río, que con las cargas que ya trae de Banderilla, amenaza con convertirse en un río de excrementos y desechos.
Por ello, los llamados a la población para que no desperdicie el líquido ante la llegada de la temporada de estiaje, ya que el ayuntamiento no contará con recursos suficientes para dotar a todas las colonias con problemas de abasto de agua.
Ganaderos, agricultores y las autoridades en general, tienen la disposición de participar en un plan de emergencia con el gobierno del estado, para contar con recursos suficientes para la compra de pacas de pasto y pipas de agua, pero eso es solo un paliativo.
La sequía es cada año más intensa, porque no se protegen los recursos naturales, los árboles continúan siendo cortados en las zonas boscosas, los ríos son contaminados con descargas urbanas, industriales, el consumo del agua no se controla en las viviendas y todo esto viene a hacer crisis, por lo que el problema requiere acciones conjuntas y radicales, porque la temporada de sequía, que forma parte del calentamiento global, ya es una realidad, que aunque posiblemente no lo queramos ver, nos afecta día a día.

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