Nos llueve sobre mojado, luego de que apenas estaban regresando las familias afectadas por el paso del huracán Karl a sus casas, nuevamente las lluvias de la tormenta Matthew volvió a subir los niveles de los ríos, provocando inundaciones y deslaves. No salimos todavía de una, cuando ya estamos en la otra contingencia.
Ahora el foco de atención es el sur del estado de Veracruz, en donde los afluentes de los ríos han empezado a sobrepasar su nivel crítico desbordando hacia cientos de comunidades urbanas y rurales.
Apenas los damnificados del puerto de Veracruz y zonas aledañas estaban volviendo a sus casas, cuando otra vez viene la tormenta Matthew a causar daños en viviendas, carreteras, escuelas y las cosechas en el campo.
Hasta hoy se ha volcado la ayuda humanitaria, tanto de los veracruzanos en otras regiones que no han sido afectadas, como en otras partes del país y hasta del extranjero, que están enviando toneladas de alimentos y ropa para los damnificados.
Pero esa ayuda, aunque es muy importante, no es permanente, es decir, se va a terminar en unos días cuando se reparta todo lo que la ciudadanía y organizaciones han estado recolectando.
La tan cacareada ayuda por parte del gobierno federal y estatal no se ha visto reflejada, tal pareciera que los camiones y traylers que llegan a las zonas afectadas son únicamente los que envía la sociedad civil.
No se han visto –si es que han llegado- más camiones que los que el Presidente Calderón vino a dar el banderazo de salida desde el interior de la zona naval.
Mucho menos se ha visto los recursos que el gobierno del estado debería de estar repartiendo como resultado del famoso seguro contra desastres naturales.
Todavía anoche, el gobernador Fidel Herrera Beltrán asistió a las oficinas del Grupo Financiero Inbursa en el puerto de Veracruz, para dar seguimiento al pago de seguros contra desastres a personas afectadas, pero esa es una empresa privada y los seguros son para quienes los contrataron. La inmensa mayoría de los veracruzanos afectados no tienen contratado seguro con esa ni con otras empresas privadas.
Se supone que el gobierno del estado tiene tiene contratados a través de Inbursa y reasegurados con compañías internacionales de Holding Lloyd´s, sus seguros contra desastres naturales y también otros mecanismos para la apreciación de catástrofes en la agricultura y ganadería, así como el Fondo Veracruz, que es una bolsa de movilización de los rendimientos de los sistemas de seguros.
Sería intersante, como un ejercicio de transparencia y de acceso a la información –a ver si es cierto que el IVAI sirve para algo- que se dieran a conocer los contratos de esos seguros para conocer los términos y los montos asegurados.
También se tienen los recursos del fonden que al parecer ya han empezado a llegar al estado. Faltan que lleguen a los afectados.
Además se ha dicho que la Secretaría de Hacienda autorizó a todos los estados para que puedan acceder a mecanismos de crédito por parte de Banobras y dar los paripasos en los programas de reconstrucción por desastres naturales.
La realidad que viven hoy miles de veracruzanos es que están sufriendo la desgracia de haber perdido todas sus pertenencias en las inundaciones, de momento como decía mi abuela Carmelita “Las penas con pan son menos” gracias a la solidaridad de la sociedad civil, pero esas ayudas se van a terminar y entonces empezarán a sentir el dolor y el resentimiento por la desgracia en que se encuentran.
Mientras tanto, no se ven por ningún lado, los famosos recursos del seguro contra daños y desastres naturales que dice el gobernador tiene contratado con aseguradoras extranjeras. Lo malo es que ya solo le quedan 62 días para terminar su administración, ¿le alcanzará el tiempo para repartir el dinero de las pólizas? ¿O se dejará el paquete para la próxima administración?
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