EN VERACRUZ, ¿PROTECCION CIVIL DE 10?



Cuando apenas el huracán Karl había entrado por el estado de Veracruz por la zona central aledaña al puerto, el gobernador Fidel Herrera Beltrán declaró que no importaba que tuviera una intensidad de grado cuatro, porque teníamos un sistema de Protección Civil al que autocalificó como de 10.
Pero no hubo que esperar mucho tiempo, apenas unas horas, en que las torrenciales lluvias regresaran de las montañas del pico de Orizaba hacia las costas de Veracruz a través de los ríos Jamapa y Cotaxtla para inundar las colonias del puerto de Veracruz y evidenciar la incapacidad de las autoridades, para dar respuesta y atención a los miles de damnificados.
Las cámaras de televisión oficial y las oficiosas, permitieron darnos cuenta que el gobierno del estado no se encontraba preparado para atender la contingencia, como lo puso de evidencia los miles y miles de personas que fueron prácticamente sorprendidas por la creciente de los ríos.
El famoso Consejo Estatal de Protección Civil y el Comando de Mando Unificado que se estuvo reuniendo previamente, durante y después del paso del huracán, demostró que es en realidad una mera junta informativa, en la que los funcionarios se dedican a “informar” al gobernador de que todo está listo, que se tienen todos los recursos necesarios para dar respuesta oportuna, pero los hechos demostraron que ni se tenía todo listo y mucho menos se dio una respuesta oportuna.
Para empezar, no se les advirtió oportunamente a los vecinos de las colonias que se iban a inundar para que cuando menos salieran de sus casas, ya que la gran mayoría salió a trabajar y tuvieron que regresar para tratar de salvar sus pertenencias, cuando ya la inundación estaba sobre sus viviendas.
Si se hubiera tenido todo listo, no se hubieran quedado miles de personas en las azoteas de las casas esperando para ser rescatadas.
Si se hubiera tenido todo listo, no habría que estar pidiendo la ayuda o caridad de los veracruzanos para que llevaran agua, víveres, alimentos, ropa y medicamentos a los albergues.
Si se hubiera tenido todo listo, se hubiera informado oportunamente a los vecinos de la ubicación de los albergues, para que se trasladaran ahí sin ningún problema, con toda oportunidad.
Si se hubiera tenido todo listo, los vecinos que salieron a los albergues, no se hubieran regresado a sus casas, en los sitios de resguardo no les entregaban ni siquiera agua, mucho menos alimentos.
A todo esto, los veracruzanos afectados, se preguntaban, ¿en dónde están las autoridades? Responsables de darles atención y respuesta a sus necesidades.
El gobernador Fidel Herrera Beltrán, finalmente salió de las calles de Tlacotalpan, para trasladarse al puerto de Veracruz, al ahora famoso puente del Bicentenario a la entrada de Puente Moreno, para que en compañía de camarógrafos de televisión y fotógrafos de prensa, recorrer y pasar en lancha frente a los miles de afectados que esperaban auxilio desde las márgenes.
Al final de cuentas, el famoso Sistema Estatal de Protección Civil que el gobernador calificó como de 10 salió reprobado, porque no alcanzó siquiera a advertir y desalojar a los miles de veracruzanos que resultaron afectados.
Tuvieron que recurrir, como siempre ocurre en las desgracias naturales, a la solidaridad de los ciudadanos que se unen y brindan los recursos necesarios para librar la desgracia.
La famosa cultura de protección civil, que no es otra cosa que el instinto natural de conservación, si tu casa se está inundando, tratar de salvar lo que se pueda y poner a salvo a los miembros de tu familia, subir a las zonas altas.
Los lancheros pescadores fueron los primeros en responder al llamado de auxilio, el problema era que no tenían combustible, lo cual tampoco lo previeron las autoridades estatales, para previamente haberles abastecido y que de esa menara pudieran operar oportunamente.
Dentro de los males el menor, diría mi abuela Carmelita, pues el huracán Karl, que igual que sucede siempre que toca tierra un huracán en costas veracruzanas, las autoridades en turno, se apresuran a declarar que es el peor que ha golpeado por su intensidad y por la cantidad de lluvia que deja.
Por cierto, los veracruzanos afectados se preguntaban en dónde estará el gobernador virtual, Javier Duarte de Ochoa, a quien mandaron a los Ángeles a dar el grito cuando Tlacotalpan estaba inundado, ahora que le tocó al puerto, debe de estar encerrado en algún ropero, para no quitarle cámaras y micrófonos de los medios al todavía gobernador Fidel Herrera.
Como los medios electrónicos en Veracruz se dedican a lucir a sus “vedetes” a bordo de lanchas en lugar de reportear, para tener información de lo acontecido en Veracruz tenemos que recurrir a agencias de anoticias internacionales, como la agencia (EFE) que ya está dando a conocer:
“Seis muertos, ocho desaparecidos y más de 40.000 personas desplazadas de zonas rurales y urbanas dejó a su paso por el estado mexicano de Veracruz el huracán "Karl", que impactó el pasado viernes el Golfo de México”.
Mientras tanto, aquí en Veracruz, vamos bien y viene lo mejor, o vaya usted a saber….

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