EN EL DESASTRE DE KARL EN VERACRUZ, SE DEBERÍAN “TRANSPARENTAR” LAS CIFRAS Y RECURSOS QUE SE MANEJEN




Continua el descenso de los cauces de los ríos que dejó Karl a su paso por Veracruz, lo que permite apreciar la magnitud y los daños que causó en el patrimonio y las viviendas de miles de veracruzanos, que ahora se enfrentan al mayor reto, que es el de tratar de recuperar lo que se pueda.

Como siempre ocurre en las desgracias y calamidades que afectan a una población, es la misma sociedad civil la que tiene que dar la mejor y oportuna respuesta, primero organizándose y luego aportando recursos indispensables como son alimentos, agua, medicinas y víveres, que sirven para sobrevivir a quienes se encuentran en los albergues oficiales o con familiares.

Pero al regresar a sus casas o lo que quedó de ellas, los sobrevivientes del huracán, tienen que empezar a realizar labores de limpieza y tratar de rescatar lo que haya quedado en su interior.

Las toneladas de desechos y palizada que quedó en las márgenes de los ríos, muestran la intensidad y la fuerza que alcanzaron las corrientes de agua.

Hay muchas personas desaparecidas, no es posible aún cuantificar el número total de desaparecidos y muertos.

El hallazgo de dos cadáveres elevó a 14 el número muertos y un millón de damnificados.

Aunque resulta ilógica la actitud adoptada por el gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien pareciera que pretende ocultar las cifras de muertos, tuvo que venir el Presidente Felipe Calderón a declarar que ya había 12 muertos, porque el mandatario veracruzano pretendía seguir con su “saldo blanco”
Ese mismo día, por la noche, declaraba que no era conveniente aún hablar del número de muertos, entonces ¿cuándo?, ¿hasta que pase el tiempo, hasta que cobren el seguro de daños?

Si se tiene un solo muerto, pues hay que reconocer que se tiene un muerto, si se tienen cien pues hay que reconocerlo también.

A menos que se trate de desaparecerlos muertos, para evitar que se tenga que pagar una póliza mayor de daños, como se dijo que se tiene contratada.

Sería saludable, que ahora que bajaron las aguas, en que seguramente van a aparecer los cuerpos de quienes infortunadamente fallecieron, se reconozcan las cifras reales.

También sería saludable, que se trasparentaran al menos, las cifras de recursos que lleguen al estado ya sea de la federación, de aportaciones ciudadanas en las cuentas bancarias y del cobro de pólizas de seguros contra daños.

Después de todo, al gobernador Fidel Herrera Beltrán solamente le restan 69 días al frente del gobierno y los recursos de Veracruz, para que luego no digan que a “Chuchita la bolsearon”…porque nos guste o no, lo cierto es que la rapiña ya comenzó.

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