Otra Vez la maestra Elba Esther se Vuelve a Equivocar en un Discurso, Reprobada.

Xalapa, Veracruz.- Nuevamente la “maistra” Elba Esther Gordillo, líder del sindicato nacional de maestros volvió a ocupar la atención de la prensa y de las páginas de Internet, pues durante la ceremonia de inauguración de cursos, volvió a presentar problemas de dislexia –no como ocurrió cuando junto con Miguel Angel Yunes Linares anunció que ya estaba trabajando para venir a gobernar a Veracruz- ahora le volvió a cambiar de nombre al virus de la influenza por influensa y lo rebautizó como AHLNL.

La presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, le pidió al presidente Felipe Calderón que se vacune a todos los estudiantes de educación básica del país ante el posible rebrote de influenza que se espera para los próximos meses, sin embargo la profesora se volvió a equivocar al pronunciar el nombre del virus al que le cambió el título con el que se le conoce.

"Tendremos que estar atentos a los brotes de enfermedades capaces de cimbrar el tejido social a una enorme velocidad. Es imprescindible garantizar, y así se lo rogamos señor presidente instituciones para que nuestras alumnos, los maestros, los directivos de las escuelas, la comunidad en su conjunto sean oportunamente vacunados contra la influencia 'AHLNL' ante el posible rebrote que sucedería en los meses invernales".

Lástima que ya no estamos en el régimen Priista, porque entonces le podríamos pedir al Presidente que la vacune contra la influencia y deje de abrir la boca para decir tantas barbaridades.

Imagínense nada más lo que sería del estado de Veracruz, después de tener que aguantar durante seis años la berborrea de Fidel Herrera Beltrán, tener que soportar a la gobernadora Elba Esther Gordillo diciendo tantas tonterías.

Por lo menos hay que reconocerle al de Nopaltepec, que se la pasa todo el día hablando de todo y por todo, pero no comete tantas burradas como la maestra Gordillo.

Respecto del virus de la influenza, hay dos alternativas, que ya no le permitan a la maestra hablar sobre el tema, o que de plano le cambien de nombre y le pongan “Elba Esther Gordillo” a ver si así no se equivoca tanto la profesora.