"A mi que me pongan donde hay"

La magnitud de las cantidades de dinero parece variar en modo notable según hayan de ser pagadas o cobradas.

HUXLEY, Aldous

Xalapa, Veracruz.- Respecto al tema de bajarles los salarios a los funcionarios de primero y segundo nivel de la administración estatal, de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que tanta polémica ha desatado entre los afectados, vale la pena recordar lo que decía el legendario político tuxpeño, el cuate Garizurieta: “a mi que no me paguen sueldo, que me pongan en donde hay dinero”.

Resulta que cuando los reporteros xalapeños entrevistaron al gobernador Fidel Herrrera sobre su salario

¿Cuánto gana el Gobernador? Fue la pregunta que le hicieron los periodistas.

La respuesta fue: De nuestro lado 105 mil al mes, en los jueces; del lado del Ejecutivo lo que estamos haciendo es reforzando nuestro programa de austeridad con todo y disciplina del gasto público, que como ustedes saben, nos ha producido ahorros extraordinarios que hemos dedicado a la infraestructura educativa, social, del campo, de comunicaciones.

Y es que ni los magistrados, ni mucho menos los jueces han hecho caso a la invitación que hiciera el mandatario para que le bajaran un poquito a sus sueldos. Los argumentos han sido muchos y variados.

Pero la realidad es que como decía el cuate Garizurieta, el sueldo de muchos funcionarios es lo de menos, lo importante es que lo se llevan por fuera en comisiones y acuerdos por debajo de la mesa, que no se registran, pero finalmente se notas, nada más en las camionetas de lujo que traen muchos funcionarios de los tres poderes.

Sería bueno que el gobernador Fidel Herrrera se asomara un día al balcón de palacio, para ver la cantidad y calidad de las camionetas y vehículos que circulan en el centro de la capital del Estado. Hay de todo, desde las hummers como las que regaló la maestra Elba Esther Gordillo hasta BMV y jaguares convertibles y de lujo.

Cuando los reporteros le preguntaron al gobernador Fidel Herrera si podría tener una propuesta para la tabulación de los salarios.

El mandatario veracruzano casi a manera de queja respondió: “Todos ganan más que yo, el único que anda bailando soy yo o me nivelan o se nivelan conmigo”.

Eso además saben ustedes que es facultad del Poder Legislativo, la autorización del presupuesto en los niveles de ingreso, se recordarán que los tres primero años del servicio del estado, el gobierno que encabezo era minoría y allí nos impusieron los ingresos, incluso a mi me impusieron el no tener aguinaldo. ¿Se acuerdan o no se acuerdan?

Hoy que 30 son más que 18, cuando a nombre de la mayoría se toman decisiones ya ven, hacen cartas abiertas y dicen que si los mayoritearon. Creo que una mayoría consciente y responsable que quiera hacer ajustes, ingresos y trasladar lo que ajustara a los salarios más bajos y aumentara las pensiones de los jubilados del IPE y distribuir en los secretarios y escribientes, en los trabajadores sindicalizados algunos de estos recursos, sería muy aplaudida.

En fin, creo que son cosas que tampoco se tienen que llevar al extremo, si se ajustan que bueno, imagínense, decía Maquiavelo que el hombre se duele más cuando le tocan la bolsa que cuando le matan a un hermano, así que también hay que tomar en cuenta que hay familias , que hay ingresos, proyectos, planes o créditos que se han tomado con base en los ingresos, hay patrimonios y eso también aleja a los servidores públicos de la tentación, la corrupción, el desvío, del peculado.

Digo si hay alguien que lo desquite que se lo den, pero si hay alguno que trabaje más yo, que se lo agranden. En fin. Gracias.

Pero además, por mucho que se cacarea la transparencia gubernamental, lo cierto es que uno de los puntos elementales del acceso a la información como lo es el de los sueldos, sigue siendo un tabú, bien maquillado, con una tablita elaborada en la Secretaría de Finanzas, pero que no comprende ni todos los puestos ni todos los cargos.

Sería saludable que para empezar, se nivelaran los sueldos, no solo del nivel ejecutivo del gobernador, del presidente del tribunal superior de justicia y del congreso, sino de todos los demás niveles de gobierno.

Porque si en verdad se hicieran transparentes y públicos, se iban a encontrar con unas diferencias abismales, entre una dependencia y otra, no obstante que se realicen las mismas actividades y funciones similares.

Por eso, mucha razón tenía el cuate Garizurieta cuando decía “a mí que me pongan donde hay”.