LA CRUDA REALIDAD DE LOS DAMNIFICADOS VERACRUZANOS



Muy sintomático de la situación que viven miles de veracruzanos afectados por el huracán Karl y la tormenta Mattew es lo que ocurrió el viernes en Tlacotalpan, en donde el gobernador Fidel Herrera Beltrán tuvo que abandonar el pueblo ante el asedio de quienes le pedían ayuda y recursos para remediar los problemas que están viviendo.

Aunque en algunos medios se manejó como que el mandatario veracruzano había sido corrido por los tlacotalpeños, lo cierto es que tal cosa no ocurrió así, ya que cuando el gobernador Fidel Herrera estaba haciendo su enésima visita y recorrido por las calles, los vecinos efectivamente lo rodearon y prácticamente le cerraron el paso para pedir apoyos efectivos.

Lo que provocó que el mandatario acelerara el paso y efectivamente se retirara del lugar, exclamando según las crónicas periodísticas “que los tlacotalpeños no se llenan con nada”. Lo que fue desmentido posteriormente por el mandatario.

Es verdad, que durante sus primeras visitas a Tlacotalpan, el mandatario repartía dinero en efectivo a quienes se le acercaban a pedirle ayuda.

Pero con el correr de los días, luego de que los vecinos afectados han retornado a sus hogares luego de vivir en los albergues, se han tenido que enfrentar a la terrible realidad de que sus pertenencias se echaron a perder por la inundación, que sus terrenos y cultivos quedaron bajo el agua y quienes se dedican a la pesca tampoco pueden trabajar.

Por eso es el reclamo de los tlacotalpeños, que al igual que miles de veracruzanos, ahora se enfrentan a la verdadera desgracia, de tener que volver a empezar a recuperar su patrimonio familiar y tratar de volver a la reactivación laboral.

Los casi mil millones de pesos que han llegado de recursos de la federación a través del FONDEN se han canalizado para recuperar las carreteras, puentes y vías de comunicación.

Los damnificados han estado sobreviviendo con las despensas y ayudas que la sociedad civil ha hecho llegar a través de centros de acopio.

Aunque las autoridades han reiterado desde un principio que no había nada de que preocuparse porque se contaba con el famoso seguro contra daños y desastres naturales, lo cierto es que hasta hoy no se ha visto que hayan llegado a los damnificados.

Mientras tanto, hoy miles de veracruzanos tienen que enfrentarse a la cruda realidad de que tendrán que salir adelante –como siempre- cada quien con sus propios recursos.

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