Los alcaldes prósperos

Con la novedad –que ya no es noticia- que los ex alcaldes que acaban de dejar el poder en el estado de Veracruz, se llevaron todo lo que pudieron, pero además vendieron hasta bienes inmuebles y el parque vehicular municipal, sin la autorización respectiva del Congreso Estatal.
Así se puso de manifiesto en la reunión del Congreso Estatal en donde los diputados pidieron al Órgano de Fiscalización Superior del Estado, mejor conocido como el ORFIS, que se mantengan pendientes de esta situación, “para evitar ser tapadera” de dichos actos de corrupción.
Adicionalmente, el próximo 25 de este mes vence el plazo para que las autoridades municipales entreguen la cuenta pública del 2010, en donde también saldrán a relucir muchas de las irregularidades cometidas por los alcaldes y su cabildo.
El diputado del PRD Rogelio Franco Castán fue quien puso el dedo en la yaga –como dirían en mi rancho- al señalar en la tribuna legislativa: “esperemos que el Orfis actúe y haya minuciosidad en su trabajo, y no sea tapadera en la corrupción, porque constituye un daño patrimonial que sin permiso de esta soberanía, las autoridades municipales salientes hayan excedido sus funciones. No se pueden tolerar ayuntamientos saqueados y que no puedan prestar los servicios que deben a la población por falta de vehículos y porque en otros casos hayan venido hasta bienes inmuebles”.
Además de que el año pasado fue el año de Hidalgo más espectacular en la historia del estado de Veracruz, porque adicional a las partidas presupuestales y recursos que reciben los municipios del estado y la federación, gracias a la “habilidades” del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, se “bursatilizaron” las partidas presupuestales de los municipios, supuestamente para que pudieran hacer miles de obras, las cuales no todas se realizaron, pero esa es otra historia.
Independientemente de que el ORFIS es un enorme elefante burocrático que todo lo contrario a lo que debería de ser su función más importante, pareciera que se dedica a proteger y solapar todo tipo de corrupción que cometen los alcaldes en turno.
Esa es una historia que se repite cada tres años, cuando entran las nuevas autoridades municipales, en grandes y pequeños ayuntamientos, se encuentran con que no hay recursos, que los que se fueron se llevaron hasta el perico.
Pero decía mi abuelita Carmen –no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre- porque si bien es cierto que se conocen sus tropelías y actos de corrupción, las autoridades estatales como el ORFIS que supuestamente están para vigilar que no ocurran, por diversos intereses, finalmente terminan permitiéndolo.
Sabe usted de algún alcalde que haya sido encarcelado por daño patrimonial o por vender los bienes del municipio, pues claro que no hay ninguno, porque finalmente vivimos en un Estado Próspero, en corrupción.

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