El conflicto vino a poner en evidencia varios aspectos interesantes.
Primero, que las autoridades estatales, aunque conocen el problema, no han movido un dedo para ponerle solución.
Es hasta que los transportistas de manera unilateral –aunque hay quienes afirman que el Secretario de Gobierno Reynaldo Escobar Pérez ya les había autorizado el aumento, pero al ver la que se armó, decidió negarlo todo, cuando se arma la de Dios es Padre, los estudiantes salen a las calles a protestar y tomar camiones, entonces, sale también el gobernador a atender el problema diciendo que no se va a aumentar el pasaje hasta que no arreglen sus unidades.
Advierte y amenaza que no se autorizará el aumento –lo mismo que se dice siempre- hasta que los choferes dejen de conducir como cafres del volante.
Hasta que no recorran las calles y avenidas como si fueran pistas de carreras.
No habrá aumento hasta que dejen de atropellar peatones.
Una larga fila de hasta que no….
Cabe entonces preguntarse, porque hasta que los estudiantes salen a protestar, se dice que no hay aumento, que se va a sancionar a los transportistas irresponsables, etc. Etc.
Pareciera que no hay un flamante Secretario de Gobierno que al parecer se la pasa dándose la dulce vita, amenazando a fotógrafos y reporteros, en lugar de dedicarse a atender los asuntos de su responsabilidad.
En la lista de irregularidades del transportes urbano, se puede ver la irresponsabilidad y complicidad de funcionarios de Tránsito, desde el Director General hasta los agentes de crucero, que permiten que las unidades en mal estado y que ponen en riesgo a la ciudadanía, circulen por las principales ciudades.
¿Porqué no el mismo sábado en que se empezó a cobrar la tarifa más alta, Tránsito del Estado –con todas esas patrullas y motociclistas que para lo único que sirven es para atracar- se pudieron a detener a las unidades que estaban violando el precio del pasaje? La respuesta es simple, porque están dedicadas a lo suyo, a extorsionar y poco les interesa el tránsito o el transporte de personas.
Finalmente, luego de que el gobernador Fidel Herrera Beltrán fue interceptado en esta capital por los estudiantes manifestantes, les aseguró que no se subirá el precio del pasaje.
Pero dato curioso, los estudiantes ya no le creen a las autoridades, piden que el compromiso se lo pongan por escrito, pues temen –que como es habitual en estos casos- esperen el próximo período vacacional, para autorizar el aumento.
Pero eso sí, “vamos bien y lo mejor está por venir” aja.
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