Ahora podemos entender mejor a lo que se refiere el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa y sus principales colaboradores, cuando aseguran que el actual gobierno es de orden, luego de que el contralor del Gobierno del Estado, Iván López Fernández, informó que la auditoría a los supuestos adeudos que tiene el gobierno arrojó más de mil irregularidades.
Pero no se trata de simples irregularidades, sino de pagos a constructores y proveedores, cuyas obras, bienes y servicios no estaban registrados en el catálogo de obras y adquisiciones del gobierno.
"Hubo un rechazo importante de documentación. Estamos hablando de una buena cantidad de dinero que no va a proceder al pago, porque el servicio, la obra o la compra-venta a Gobierno del Estado, no se encontraba debidamente documentada o no se cumplió y por lo tanto no procede".
Esas “irregularidades” reflejan la forma en que se venía “trabajando” en la pasada administración, pero además no son unas cuantas que se puedieran llamar ecepciones, sino que de acuerdo con el contralor del estado son "Muchas, son muchas y, por todas, de un monto considerable”.
"Muchas; más de mil, porque fue una auditoría que se hizo a todas las secretarías y a todos los organismos descentralizados".
Por su parte, el titular de la Secretaría de Finanzas, Tomás Ruiz González, dijo que se ha rechazado pagar un monto total de mil 500 millones de pesos, por diversos tipos de irregularidades en los supuestos adeudos.
El contralor informó que en este momento hay abiertas 60 auditorías referentes a la parte del gasto, mientras con la Secretaría de la Función Pública directamente se avanza en el calendario de solventaciones.
Se espera que para la segunda quincena de mayo se pongan en marcha otras 120 auditorías más, lo cual, a decir de Iván López, no obedece a un reflejo de una situación anómala, sino que es parte del trabajo diario.
Claro que las auditorías son parte del trabajo diario de la contraloría, las situaciones anómalas son ls que habrán de arrojar las auditorías que se tendrán que hacer este año por parte de la Secretaría de la Función Pública, a los recursos que la federación envió a Veracruz y que como dijo el monje loco, nadie sabe, ni nadie supo a donde fueron a parar.
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