En las próximas horas, se espera que la mayoría priista en el Congreso de Veracruz, apruebe modificaciones a la Ley del Poder Ejecutivo, lo que le permitirá quitar algunas funciones que tenía la Secretaría de Gobierno –que encabeza el expanista Gerardo Buganza- para pasarlas a la nueva Secretaria de Desarrollo Social.
Lo primero que habría que preguntarse es ¿hasta dónde es necesaria la creación de una nueva Secretaria del Medio Ambiente? Cuando en Veracruz –aunque no se quiera reconocer oficialmente- estamos viviendo tremenda escases de recursos económicos como nunca en la historia.
Si ya existía una Subsecretaría del Medio Ambiente –que por cierto servía para poco menos que nada- que caso tiene entonces crear todo un aparato burocrático, con todo lo que implica la creación de una nueva dependencia, que lógicamente, deberá contar con todos los recursos humanos y económicos para poder funcionar.
A propósito de la nueva secretaría, según el nuevo manual de identidad del gobierno del estado en donde ya aparece hasta con su color y nombre, se denominará SEDESOL, sí igual que la secretaría federal, será que los consultores, asesores y abogados del gobierno del estado no han reparado en esa burda copia, o se trata de hacerlo con toda la intensión del mundo, como que para cuando la federación promueva algún programa de apoyo social se confunda a los veracruzanos.
Nosotros como buenos ignorantes, no somos ni siquiera abogados, simples periodistas, pero los jurisconsultos seguramente que sabrán si esta duplicidad en los nombres es legal.
Habría que preguntarle a los colegios y partidos, académicos de “oposición” a ver qué opinan.
Aunque se dice que precisamente, en el fondo de los mares, la creación de la nueva Secretaría del Medio Ambiente, más que nada, obedece al pago de facturas políticas, al Partido Verde Ecologista, por haber prestado su membrete en la campaña del gobernador Javier Duarte de Ochoa, que vaya usted a saber en la realidad cuantos votos habrá aportado en realidad.
La buena noticia en todo esto, es que los señores y señoras diputadas, habrán de aprobar una modificación más a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, para “profesionalizar” el servicio público, estableciendo el requisito para evitar que cualquier hijo de vecino recomendado pueda ser administrador en una Secretaría o dependencia estatal, ahora “Para ser titulares de las unidades administrativas se requiere tener el título de licenciatura, o sea, Derecho, Contaduría, cualquier carrera, pero con título.”
Hágame usted el regalado favor, ahora sí, para hacer las tranzas, cuando menos deberán tener título, que las capacidades y experiencia, esa ya es otra cosa.
Posdata: el sistema de internet de la Legislatura no funciona, a ver si ya lo arreglan, para seguir las sesiones por televisión o radio.
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