El Ritmo de Trabajo en las Obras en Veracruz

Quien no castiga el mal ordena que se haga. 

- Leonardo Da Vinci

 

Xalapa, Veracruz.- En Malasia en Kuala Lupus, se encuentran las Torres Petronas, que son las torres gemelas más altas del mundo, se alzan a 452 metros, con 88 pisos de altura., superando a los rascacielos norteamericanos que durante muchos años con el edificio Empaire State venían  disfrutando de ese título.

 

Lo anterior viene a colación, no porque aquí en Veracruz se vaya a construir un edificio de tales dimensiones.

 

Aquí lo que se construyen son carreteras, autopistas y puentes de todos tamaños y dimensiones, pero nada que ver con las Torres Petronas de Malasia.

 

Un dato interesante es que cuando el primer ministro malayo decidió atraer la atención mundial con la construcción de las torres más altas, lo que implica un sinfín de problemas y retos de ingeniería a resolver, decidió que el contrato de la importantísimo obra no se lo daría a una sola empresa, como es la costumbre, sino que decidió dar la edificación a una compañía inglesa y la otra torre a una constructora local.

 

Pero además, les dio 15 días de ventaja a los constructores ingleses para que empezaran sus trabajos y a sus paisanos les obligó a iniciar dos semanas después.

 

Esto provocó una competencia entre los ingleses y malasios, que trabajaban cada uno a ritmos de día y de noche, para avanzar lo más posible y cumplir con la obra en tiempo y forma.

 

El avance diario de la construcción se volvió en un tema de la agenda de los medios y en la opinión pública, no como ocurre aquí que solo son reproductores de discursos de funcionarios y de entrevistas de banqueta.

 

Todo esto lo venía recordando esta mañana, cuando pasé junto a la construcción del puente de la avenida Lázaro Cárdenas, en donde pareciera que estaba parada, o que los trabajadores seguían celebrando los santos reyes, porque en donde debieran de haber un ejército de trabajadores, sólo habían dos cuadrillas de trabajadores, con diez empleados cuando mucho.

 

¡Diez trabajadores para una obra multimillonaria y que afecta a miles de automovilistas!!

 

Lo que sucede aquí en Veracruz con todas las obras multimillonarias como lo es el puente en la avenida Lázaro Cárdenas o la autopista del libramiento a Veracruz –por mencionar solo dos- es que los contratistas se preocupan por conseguir el contrato millonario, pero luego no hay una autoridad que los obligue a trabajar a toda marcha como debería de ser, máxime cuando los contratos se reparten entre cuates, compadres, amigos y demás, ni cómo exigirles.

 

Vale la pena preguntarse ¿porqué no seguir el ejemplo de los malasios?, que se dividan las grandes obras, que una empresa comience el camino o el puente en un tramo y la obra en el otro lado a ver quien termina primero, porque así como “trabajan” ahora, las obras son retardadas y no las terminan en fecha acordada.

 

Máxime ahora que para combatir la crisis económica se anuncian inversiones millonarias en obras de infraestructura.