Xalapa, Veracruz.- Hay varias lecturas que dejan los resultados de las elecciones de este domingo a nivel nacional y en particular en el estado de Veracruz, de las que más allá de la elección de candidatos, los partidos políticos y los políticos tendrán que tomar nota de lo que la ciudadanía expresó en las urnas.
Por principio de cuentas, a nivel nacional, el Partido Revolucionario Institucional recupera la posición como primera fuerza electoral en el país, por el número de gobernaturas y diputaciones que “recuperó” al PAN.
Otro factor importante, es el del llamado “voto nulo” que en la mayoría de las ocasiones, alcanzó a superar por sí solo, a todos los llamados partidos pequeños, pero que la ciudadanía les está diciendo que no logran su propósito de significar una alternativa diferente a la de los partidos “grandes”.
Cabe entonces la pregunta si vale la pena estar manteniendo con millones de pesos a una camarilla de vividores del presupuesto, que con el pretexto de dirigir un partido, en realidad se dedican a hacer negocios de todo tipo.
En Veracruz, la lectura principal es que ante las brabuconadas de los dirigentes estatales y nacionales, la gente le reconoce y dio el voto al partido del gobernador Fidel Herrera Beltrán, salvo contadas excepciones, que también tienen sus lecturas específicas.
Hasta las 10 de la mañana de este lunes, la participación ciudadana de acuerdo a las cuentas de las casillas electorales indican que se tuvo una votación del 47.53% de los electorales, la cual es bastante alta, si se considera que aunque no alcanzó la mitad de los ciudadanos con derecho a votar, si fue mayor a lo que se esperaba.
El PAN tiene el 33.79% de los votos el PRI 45.22% el PRD 05.37% los votos nulos tienen el 03.92% y los votos por otros no registrados00.09%.
Pero los chiquipartidos como el verde ecologista, el PT, Convergencia, Nueva Alianza PSD, no alcanzaron a superar ni siquiera el número de los votos nulos.
En Tuxpan, como dicen los animadores políticos “enclave” panista la cuenta está reñida y en un final de fotografía pues el PAN tiene 44,956 y el PRI 44,644 votos, cuando se tienen todas las actas de las casillas contadas, la participación ciudadana fue del 47.10 %.
En el puerto de Veracruz, también vuelve a ganar el PRI por poco más de mil votos.
En Poza Rica se sigue manteniendo el poderío del sindicato petrolero, al ganar su dirigente por 41,873 votos del PAN contra 57,049 del PRI.
En la capital del Estado Xalapa el PRI gana 59,739 al PAN que solo obtuvo 42,924 votos. Pero es también en este distrito donde se registra uno de los mas altos porcentajes a favor del voto nulo con 5,083 de un total de 128,738 electores registrados.
En Coatzacoalcos le cobraron los electores la factura al ex alcalde que no supo ganarse la simpatía de la ciudadanía, al contrario dejó muchos resentimientos, que en estas elecciones fueron cobrados puntualmente –aunque ahora le vayan a echar la culpa a otros- sin reconocer que cuando tuvieron la oportunidad y el poder, solo se dedicaron a hacer negocios con sus socios.
El PAN gana con 40,984 contra 34,768 votos del PRI.
En Córdoba, era obligado que tenía que ganar el candidato del PRI, con la mayor votación de todos los candidatos a diputados, sobre el adversario del PAN que finalmente al parecer no tenía ni credencial para votar por ese distrito.
Lo que nos deja otra lectura, los deportistas famosos, no ganan elecciones populares.
Así el PAN solo obtuvo 47,228 votos contra 75,582 del PRI.
Otra de las derrotas del PRI se registra en San Andrés Tuxtla, en donde el abanderado de ese partido –amparado más en la fama que en la efectividad- perdió las elecciones ya que el PAN tiene 38,184 contra 34,787 del PRI.
Ahora los dirigentes de los partidos perdedores, podrán salir a decir misa, pero lo único cierto y es lo que cuenta, que en las urnas electorales salieron perdiendo.
Habrá que estar pendiente, si algún partido se atreve a interpretar, lo que la ciudadanía está expresando y por fin establecen nuevos mecanismos para que los partidos que no son mas que un membrete, sin razón de ser, deben desaparecer.
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