El tío sale de Veracruz, pero se quedará su sombra
Sin lugar a dudas, equivocaciones o malas interpretaciones, el veracruzano Fidel Herrera Beltrán es, hoy por hoy, uno de los políticos más completos en el contexto de la política nacional. Su vasta experiencia como diputado, senador, gobernador y funcionario público, se ha visto reflejada durante los últimos seis años al frente del gobierno de Veracruz.
Definitivamente, en los próximos años o sexenios, será difícil que pueda verse por aquellas tierras un mandatario tan dinámico y sobre todo sensible al dolor y padecimiento humano. Y es que, el posible sucesor del actual mandatario posee, dentro de sus principales cualidades y/o características, la sensibilidad propia de un hipopótamo fuera del agua. Nada que ver con aquellos detalles del Gobernador Fidel Herrera, quien en sus primeros días de gobierno y en respuesta a las primeras inundaciones que le tocaron, de inmediato se quitó zapatos y calcetines, arremangó sus pantalones y se introdujo en las aguas de aquellos ríos desbordados. Todo ello ante los ojos atónitos de aquella funcionaria que despachaba como Secretaria de Desarrollo Social del actual gobierno federal.
Fidel Herrera Beltrán, hoy ave que anuncia fuertes tempestades hacia la sucesión presidencial del michoacano Felipe Calderón, supo remontar las tendencias adversas con las cuales llegó al palacio de gobierno en Xalapa.
Recuérdese que las elecciones de hace seis años en Veracruz, al igual que los comicios en Oaxaca, fueron los más cerrados en la historia de ambas entidades. La intromisión del entonces Presidente de la República, Vicente Fox Quezada y de los hombres más prominentes en su gabinete, sobre todo los responsables de las áreas social y económica, evidenciaron la que sería después una fallida elección de Estado. Hoy las intenciones de la casa presidencial no han variado, sólo léase con ojo preciso y analítico, los supuestos publicados en contra de Fidel Herrera Beltràn en la Revista Proceso. Mayores pruebas no aporta sobre sus dichos y aseveraciones sensacionalistas. El delito de duda no existe, pero què podemos esperar de un simple reportero que no sabemos a que propòsitos obedece.
Fidel Herrera Beltrán, sólo tenía que protestar como gobernador de Veracruz, para demostrar lo que es ser un auténtico político, o político auténtico. Y más que eso, cuando un hombre tiene vocación de servicio y obvio, oficio y visión política. Fidel Herrera rompió todos los moldes y comenzó a borrar el desprestigio y mal gobierno de su antecesor. El hijo del "cachorro" de la Revolución, quien llegó con grandes expectativas, para dejar un Estado sumido en el descrédito y el despilfarro. No podía ser de otra manera, a Miguel Alemán Velasco jamás podrá comparársele con el padre, en ninguna de sus múltiples facetas. Veracruz en los ùltimos dos sexenios tuvo dos tragedias en el gobierno.
Fidel Herrera Beltrán entendió y asimiló el castigo de un pueblo que le cobró al PRI dos pèsimos gobiernos. El de Miguel Àngel Yunes - lèase Patricio Chirinos- y el de Miguel Alemàn Valdès. Un mandato que jamás bajo o se movió a ras de piso. Accidentales o preparados - como hoy parecen ser los huecos en el río de La Compañía en el Estado de México y el Distrito Federal para fines electorales- el gobierno de Fidel Herrera Beltrán comenzó apagando incendios y atendiendo explosiones en las instalaciones de PEMEX. Otras veces fueron desastres naturales. Los primeros acontecimientos cesaron una vez concluido el mandato presidencial del guanajuatense Vicente Fox. Los segundos acontecimientos continuaron, devastadoramente, hasta fines del 2008.
Fidel Herrera Beltrán nunca se arredro o acobardò, siempre se enfrentó a la adversidad, aunque en esa empresa quizá se haya olvidado de uno que otro compadre o amigo, y tambièn de que su carrera política podría ir más allá de Veracruz. En Baja California, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Yucatán, Quintana Roo, Tamaulipas, Coahuila, etc, no lo conocen. Menos en los Estados Unidos de Norteamérica, donde pronto iniciará su campaña en pos de la Presidencia de México. Al menos eso es lo que dicen las huestes del guero Castañeda y Elba Esther Gordillo.
Sin duda, para Veracruz "viene lo mejor". Hoy llega el Delfín Rojo y Fidel Herrera Beltrán sale de Veracruz; sólo esperemos que su Delfín, aprenda rápido y se despoje de esa pereza política y social que lo hace ver como un auténtico hipopótamo fuera del agua. Veracruz no puede detener su ritmo y no todo son carreteras en el Estado de Veracruz. La contaminaciòn de sus rìos es impresionante y ya no se diga la muerte de su industria azucarera.
Sin duda, lo mejor viene para Fidel, para el sucesor sólo se trata de un enorme compromiso. Y es que, en este caso específico para el Delfìn Rojo, lo importante no es llegar, es sostenerse, con el mismo empuje y dinamismo.
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